Reseña del poemario Hija de mala madre, de Paula Novoa, en el blog Solo Tempestad:
http://www.solotempestad.com/novoaxpagnotta/
Por Angie Pagnotta
Daniel Gigena dice en el prólogo de Hija de mala madre:
“La poesía es la figuración de un recorrido. Eso se advierte en el
primer poema de la serie (el único titulado y a su vez el que cede el
título al libro) donde, por el cambio sutil de un pronombre personal, se
precipita el sentido del poema. Aquello que se atribuía al otro, no
necesariamente virtuoso, pasa a convertirse en propio. ¿Cuál es el
sentido? Acaso el de una herencia, el de una redención, el de un duelo.
¿Dónde sino en el espacio del poema se asume la voz poética? El primer
poema lo repite varias veces: ‘Soy’.” La observación de Gigena es
atinada en cuanto a que en ese primer poema existe un precedente que
pone en eje el texto y también la obra en su totalidad, donde la
presencia y el decir poético se concentran en una figura que necesita
exponer su miseria, su amor, su pasado y también su presente; donde la
identidad se establece casi a fuerza de repetición, casi a fuerza de
sentir con cada milímetro del corazón.
Desde el punto de vista de la
construcción de la obra, Novoa tiene pasajes intensos e increíbles como:
“Desnuda / en la puerta de su boca / ella sonríe”, “Cristalizar el
instante / en el que fui sospecha” o “En qué cajón / guardaste mi
persona / que quiero buscarla / y no la encuentro”. Las figuras que
rodean esta obra están en torno a la posibilidad del ser en cuanto a lo
que fue y también en cuanto a lo que ahora, en tiempo real, es. Este
doble juego está en el reflejo del pasado en contraste con el presente y
en lo que vendrá, pero también está en la estructura de esa composición
a veces frágil y a veces tremendamente fuerte; en cada una de esas
figuraciones Novoa desprende un juego tenue y auténtico.
La belleza es sostenible y perdurable en
todo el libro e incluso permite al lector abstraerse de las páginas un
segundo y quedarse sumido en alguna de esos versos para poder pensar y
repensar alguna herida, algún amor. La fuerza poética de Novoa reside, a
mi criterio, en la capacidad que tiene para transportarnos, para
decirnos, para llegar a lo que leemos desde lo que sentimos. En cierta
medida esa es una de las virtudes de la poesía pero muchas veces resulta
insuficiente y los textos que sí lo logran son los que nos hacen
retroceder y avanzar una y otra vez. En este caso, Novoa lo logra y en
estas sesenta páginas de poesía pura —en el mejor sentido— encontramos
uno de esos casos donde la música se canta por sí misma, donde el sonido
de la voz se despliega en lo profundo y lo leído nos deja inquietos y
algo hechizados.
Hija de mala madre (2016)
Autora: Paula Novoa
Editorial: Cave Librum
Colección Precipicios
Género: poesía
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